Este dulce se llama Coca Boba, de Mida o de Llanda, cualquiera de los tres nombres se refiere a la receta que hoy os traigo. El resultado es un bizcocho delicioso, esponjoso, muy suave al paladar y con una costra en la parte de arriba hecha de azúcar y canela que cruje en cada mordisco e inunda la boca con el aroma de la canela. Uno de los mejores bizcochos que he comido, en casa nos ha encantado a todos sobre todo por la intensidad de sabor.
Ingredientes:
- 250 gr. de harina.
- 250 gr. de azúcar (*).
- 250 ml. de leche.
- 2 huevos.
- 125 ml. de aceite de girasol.
- ½ limón (sólo la ralladura).
- 2 dosis de Gasificante, 2 sobres blancos y 2 morados (yo uso de Hacendado).
- Azúcar y canela en polvo mezclados (**).
Receta dulce, para acompañar un buen café caliente en la merienda o para desayunar también y con ese toque rico que da la fruta en los dulces. A los niños les va a encantar y a los mayores más. Es muy sencillo y ahora es el momento ideal para prepararlo, ya que disponemos en el mercado de unas mandarinas muy muy dulces que debemos aprovechar.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 2 mandarinas.
- 420 gr. de harina.
- 200 gr. de azúcar.
- 120 ml. de aceite de girasol (para que no de sabor).
- 1 sobre de levadura tipo Royal.
- 2 huevos.
Para el glaseado.
- 100 gr. de azúcar glass.
- 1 mandarina.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º C.
Batimos con la batidora los huevos, las mandarinas enteras (con cáscara y todo y bien lavadas) y el aceite.
En un recipiente amplio tamizamos la harina, la levadura, añadimos el azúcar y el batido de huevos, mandarinas y aceite. Mezclamos bien hasta hacer una masa homogénea. Quedará bastante espesa. Ponemos en un molde engrasado y metemos al horno unos 30-40 minutos, dependiendo del horno. Ya sabemos que debemos pinchar para asegurarnos que está bien hecho por dentro.
Una vez hecho sacamos del horno y dejamos templar.
Mientras preparamos el glaseado. En un cuenco ponemos el azúcar glass y le vamos añadiendo el zumo de mandarina poco a poco moviendo para que el azúcar se vaya disolviendo. Debe quedar denso, como en la foto.
Desmoldamos el bizcocho…
y ponemos el glaseado por encima.
Una vez seco quedará crujiente. Fijaos que esponjoso.
Una delicia.