Una receta sencilla, de esas que, una vez que tenemos los ingredientes, se preparan en cinco minutos.
Ya os he hablado de las virtudes del garbanzo. Es rico en proteínas, en almidón y en lípidos (más que las otras legumbres) sobre todo de ácido oleico y linoleico, que son insaturados y carentes de colesterol. Del mismo modo el garbanzo es un buen aporte de fibra y calorías.
También puede ser una forma de aprovechar los garbanzos sobrantes de algún cocido o puchero. Yo, en esta ocasión los he cocido con un par de zanahorias y una cebolla, los he escurrido y los he reservado.
Además le he añadido Bonito del Norte, rico tanto en proteínas como en vitaminas A, B, D, y K. Aporta minerales como el calcio y el yodo, esenciales para el metabolismo. Destacan sus altas propiedades nutritivas, ya que es rico en ácido linoleico y en Omega 3,
Ingredientes (para 4 comensales):
- 300 gr. de garbanzos sin cocer.
- 2 zanahorias.
- 1 cebolla.
- 3 dientes de ajo.
- 200 gr. de bonito del norte en aceite de oliva.
- 250 gr. de pimientos de piquillo escurridos.