Los helados me encantan y desde que le estoy cogiendo el gusto a prepararlos en casa aún más, sin conservantes, sin nada artificial, al gusto de casa, con el sabor tan intenso como queramos…es una gozada. La única pega, y no es para tanto, es que, como no tengo heladera, los preparo de forma manual, lo que significa que durante el proceso de congelado debo moverlo cada media hora más o menos para evitar los cristales de hielo y que quede cremoso. No obstante, tampoco es algo que cueste demasiado trabajo y merece la pena el resultado.
En esta ocasión os traigo un helado de dulce de leche aprovechando que hace unos días recibí un envío de algunas de las variedades que tiene disponibles Mardel. Recibí una muestra del tradicional, otra del pastelero, otra del light, que aporta menos grasa y más fibra y una botella de topping que emplearé en algún postre.
Este helado queda muy cremoso, con un sabor exquisito sin ser empalagoso y podéis acompañarlo de alguna galleta o topping de vuestro gusto. Para mi gusto no le hace falta nada de nada.
Ingredientes (para 1 litro de helado):
- 430 gr. de dulce de leche.
- 200 ml. de nata para montar (35% M.G.).
- 500 ml. de leche (yo usé semidesnatada).
- 1 cucharadita rasa de azúcar vainillado.
Jueves, sinónimo de receta dulce en este blog. Un postre para tomar fresquito, más ligero de lo que podáis pensar y menos dulce de lo que imagináis. Facilísima de hacer, podéis prepararla con antelación y será del gusto de todos, grandes y pequeños.
La textura que queda es perfecta, con ese “ruidito” característico de los mousse, fundente en la boca y lleno de sabor.
Vamos a por ello, veréis como se convierte en otro postre habitual en vuestra casa.
Ingredientes:
- 250 gr. de dulce de leche.
- 100 ml. de leche.
- 3 hojas de gelatina neutra.
- 400 ml. de nata para montar.
- 3 claras de huevo.
- Almendra crocante para adornar (opcional).
Como muchos sabéis el martes 31 fue mi cumpleaños y, aunque pensaba tomarme el día sabático y no cocinar nada, al final me pudo la pasión por la cocina y preparé una tarta para compartir con Miguel y con mi nena. Os traigo la receta hoy, es muy sencilla de preparar, de esas que tanto le gustan a mi amiga Ruth.
Tenía en la nevera quesos de distintas clases y yogur y los mezclé, de esta forma les di salida, aquí no se tira nada que la cosa está muy malita. Podéis usar el queso que queráis, hacerla solo con queso de untar o aprovechar lo que tengáis manteniendo la cantidad final.
Lo ideal es prepararla de un día para otro, tomarla bien fresquita… deliciosa, sobretodo para los golosones.
Ingredientes:
- 200 gr. de galletas tipo Digestive.
- 100 gr. de mantequilla.
- 750 gr. de queso de untar (yo usé 250 gr. de mascarpone, 300 gr. de queso de untar y 200 gr. de queso de untar con yogur).
- 3 huevos.
- 130 gr. de azúcar glass.
- 50 gr. de dulce de leche.
- 50 gr. de chocolate para fundir.
- 3 cucharadas de dulce de leche.
- 2 cucharadas de leche.
- 1 puñado de avellanas.
Esta tarta ha pasado a ser una de las favoritas de casa. En un principio puede parecer muy empalagosa pero si tomamos la precaución de no endulzar la nata en exceso, se compensa el dulce de las diferentes capas y la hacen deliciosa y, si además, os gusta el dulce de leche os va a encantar. Es una receta muy popular en Reino Unido. Un postre que además podéis preparar el día anterior si queréis sorprender a alguien, pero teniendo en cuenta que la nata no os aguantará mucho en la nevera.
Ingredientes:
- 1 rulo de galletas tipo digestive.
- 175 gr. de mantequilla.
- 1 ½ botes de dulce de leche.
- 400 gr. de nata para montar.
- Plátanos.
- 3 cucharaditas de azúcar.
- Virutas de chocolate.
Después de preparar el Dulce de leche casero me puse manos a la obra con los Alfajores Argentinos, un dulce tipo galleta, muy ligero puesto que en su masa lleva Maizena y que se rellena habitualmente de dulce de leche aunque en la red he visto versiones en los que los rellenan de mermeladas.
Son sencillos de hacer y no tardan mucho en hornearse, el sabor es exquisito y delicado por si solo pero ya cuando los hemos montado con su relleno y los hemos recubierto los bordes es una explosión de sabores y texturas que no nos dejaron indiferentes.
Ingredientes:
- 200 gr. de harina.
- 300 gr. de Maizena.
- 200 gr. de mantequilla.
- 150 gr. de azúcar.
- 3 yemas de huevo.
- 1 pizca de bicarbonato.
- 1/2 cucharada de café de esencia de vainilla (yo use azúcar vainillado).
- 2 cucharaditas de levadura en polvo (tipo Royal)
- 1 cucharadita de brandy.
- Ralladura de un limón.
- Coco rallado y azúcar glass (yo no la usé).
- Dulce de leche para rellenar.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 170º C.
Tamizamos y mezclamos las harinas, la levadura y el bicarbonato. Reservamos.
Batimos la mantequilla, previamente reblandecida, con el azúcar. Añadimos las yemas de huevo de una en una sin dejar de batir, la esencia de vainilla, el brandy y poco a poco vamos incorporando la mezcla de harinas. Mezclamos todo bien y después añadimos la ralladura de limón.
Una vez que tenemos todo perfectamente mezclado, enharinamos un poco la encimera y extendemos la masa con el rodillo dejando una lámina de ½ centímetro de grosor. Cortamos con un cortapastas o lo que tengamos a mano en piezas de 4-5 cm. de diámetro. La masa sobrante la volvemos a juntar, extender y cortar. Procuraremos que las piezas sean pares. Colocamos en la bandeja de horno con papel vegetal y horneamos 15-20 minutos.
Una vez horneados, sacamos, colocamos en una rejilla y rellenamos.
Cogemos un alfajor, le damos la vuelta, ponemos dulce de leche.
Ponemos otro alfajor encima a modo de bocadillo.
Rodamos el borde por un plato con coco rallado y dejamos que termine de enfriar.
Podéis espolvorear por encima con azúcar glass, yo no lo hice porque para mi gusto ya son suficientemente dulces sin ella. Repetimos hasta que terminemos con todos los alfajores.
La tentación está servida. Resistiros si podéis.