A pesar de que los días amanecen más soleados y las temperaturas se han suavizado, aún estamos a tiempo de disfrutar platos de cuchara, de esos que a mí me gusta preparar al chup chup, sin prisas.
Esta es una receta contundente y, por supuesto, plato único. No me cansaré de repetir que las legumbres no deben dejar de consumirse, aportan muchísimos nutrientes fundamentales para el buen desarrollo de nuestra actividad diaria y para mantenernos sanos. Además en la cocina dan mucho juego puesto que pueden prepararse recetas calientes y frías (cuando haga más calor).
Ingredientes (para 6 comensales):
- 500 gr. de alubias blancas.
- 1 Kg. de rabo de ternera (es más tierno).
- 1 pimiento verde italiano.
- ½ cebolla grande.
- 2 zanahorias.
- 2 dientes de ajo.
- 6 bolas de pimienta negra.
- Aceite de oliva, sal, pimentón dulce.
De nuevo por aquí con una nueva receta que, para seguir la costumbre, es sencilla, sabrosa y económica.
El arroz se puede hacer de mil maneras y siempre gusta, hay muy pocas personas a las que el arroz no les resulte un plato estupendo. Admite verduras, carnes, pescados y combinaciones infinitas. Sólo hay que aprender a darle el punto, que no se pase y que no quede duro y eso, con la experiencia, se consigue, os lo aseguro.
Para la receta de hoy yo he utilizado butifarras frescas pero, si no las encontráis, podéis recurrir a las salchichas frescas de toda la vida. En cuanto a las verduras, libertad absoluta, podéis usar las mismas que yo (las que tenía en casa en ese momento) o añadir zanahoria, habas, guisantes, brócoli…
Ingredientes (para 5-6 comensales):
- 500 gr. de arroz redondo.
- 4 butifarras frescas.
- 1 pimiento verde.
- 1 pimiento rojo.
- 300 gr. de judías verdes redondas.
- ½ cebolla.
- 1,2 l. de caldo de pollo (o agua).
- Aceite de oliva, sal azafrán y pimienta blanca recién molida.
A pesar de que los días amanecen nublados y la lluvia ha hecho acto de presencia, las temperaturas no terminan de ser frías, aún no he necesitado recurrir a ninguna prenda de abrigo y, teniendo en cuenta lo friolera que soy yo, está claro que no hace frío.
No obstante, como en casa nos encantan, yo ya estoy disfrutando de los guisos de cuchara y las legumbres que tan importantes son para una alimentación equilibrada y sana. Ya os he demostrado en alguna ocasión que se pueden preparar platos de legumbre sin necesidad de añadirles grasa, aptos para vegetarianos, ricos en fibra y llenos de sabor.
He de reconocer que desde que tengo las cocotte de Le Creuset, disfruto muchísimo más de las legumbres hechas a fuego lento. Estas concretamente, se terminan en la propia cocotte al horno y el resultado es un espectáculo.
Ingredientes (para 4 comensales):
- 400 gr. de alubias blancas.
- 1 cebolla.
- 1 puñado de pasas.
- 2 manzanas.
- 2 cucharadas de miel.
- 1 cucharada de mostaza de Dijon.
- 1 cucharadita de curry.
- Aceite de oliva, sal, pimienta y cayena molida.
Por fin consigo sacar un rato para traeros otra receta rica. Adaptar los horarios está resultando algo más complicado de lo que parecía, sobre todo porque cada vez que parece que los he cuadrado, surgen nuevos cambios. Afortunadamente son cambios positivos que ya os contaré así que me lo tomo con paciencia.
La receta de hoy es un risotto. Básicamente un risotto es un plato de arroz que se debe cocinar de forma que quede con un punto cremoso, meloso, no seco como puede ser nuestra exquisita paella. El misterio para darle ese punto es moverlo constantemente, y añadirle caldo, que debemos tener bien caliente, según se vaya consumiendo.
El tipo de arroz que se utiliza para este tipo de plato es especial para risottos, el más conocido es el arbóreo pero, como es bastante caro, yo los hago con arroz redondo y el resultado es muy muy bueno.
Hay sitios en los que para darle esa cremosidad, sencillamente le añaden nata en el último momento, que no os engañen. El risotto es un plato sencillo pero que exige dedicación.
Ingredientes (para 4 comensales):
- 250 gr. de arroz (yo he usado redondo).
- 750 ml. de caldo.
- 1 morcilla (que no sea de arroz).
- ½ cebolla pequeña.
- 2 cucharadas de queso crema.
- 2 cucharadas de parmesano rallado.
- 1 chorro de vino blanco.
- Aceite de oliva y sal.
Estas patatas están deliciosas. Llevaba muchísimo tiempo con ganas de prepararlas pero, por alguna razón, nunca me ponía manos a la obra. Son facilísimas de hacer, el horno se encarga de casi todo el trabajo y son una guarnición perfecta para un pollo asado, una carne, un pescado con sabor o, si como a Miguel, os gustan las patatas con locura, una delicia para una cenita de fin de semana acompañadas de una ensalada verde.
No os dejéis engañar por el hecho de que lleven ajo, a mí no me gusta demasiado y las patatas me han encantado.
No os dejo cantidades, dependerá todo de cuántas patatas queráis hacer.
Ingredientes:
- Patatas medianas.
- Dientes de ajo.
- Sal en escamas (o sal gorda).
- Pimienta negra recién molida.
- Aceite de oliva.
- Mantequilla.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º C.
Lo primero será pelar y laminar los ajos. A continuación lavamos las patatas muy bien puesto que las vamos a hacer con su piel. Una vez bien limpias, las secamos con un paño y las ponemos sobre un cucharón para poder cortarlas en rodajas finas sin llegar al final.
El cucharón frenará la hoja del cuchillo y nos facilitará la tarea.
Intercalamos una lámina de ajo cada dos lonchas de patata. Si os gusta mucho el ajo podéis poner más cantidad.
Añadimos un chorrito de aceite de oliva, despacio para que penetre por las aberturas y ponemos sal en escamas y pimienta negra recién molida por encima, dejando también que caiga entre las lonchas de patata.
Encima del todo ponemos mantequilla e introducimos al horno.
Como siempre os digo cada horno es un mundo y también dependerá del tamaño de las patatas pero más o menos en 40 minutos deben estar en su punto.
La piel crujiente y la carne tierna, con mucho sabor, jugosa.
A mi me han encantado y pienso hacerlas más a menudo variando ingredientes, por supuesto.
Me encantan los platos de cuchara. Esos guisos hechos a fuego lento, sin prisas, como nuestras abuelas, poniéndoles todo el mimo y el cariño que se merece la cocina y que tan buenos resultados da. Hace tiempo que vengo diciendo que uno de los principales ingredientes y la mejor técnica de cocina que hay es el cariño y cuanto más cocino más sólida se hace esa teoría.
Hoy traigo uno de esos maravillosos platos, teniendo en cuenta que vamos hacia el invierno es hora de ir haciendo acopio de recetas calientes, que entonen el cuerpo y que son tan nuestras.
Ingredientes (para 4 comensales):
- 500 gr. de costillas de cerdo frescas troceadas.
- 250 gr. de garbanzos.
- ½ cebolla.
- ½ pimiento rojo.
- ½ pimiento verde.
- 3 tomates pera pelados.
- 2 hojas de laurel.
- ½ cucharadita de pimentón dulce (o picante o ambos).
- 2 dientes de ajo.
- 3 patatas medianas.
- Caldo (o agua).
- Aceite de oliva, sal y pimienta negra.