La historia de esta salsa es muy curiosa y, como muchos otros logros de la cocina, una casualidad. Además, según se ha ido sabiendo, también tiene parte de cuento o leyenda, Al parecer Lord Marcus Sandys, ex gobernador de Bengala, era un admirador de la cocina de la India y consiguió, antes de volver a Inglaterra, que su cocinero le diese la receta de esa salsa. Una vez en su país se la dio a los químicos John Lea y William Perrins para que se la preparasen. Al probarla el Lord quedó encantado pero, para ellos, resultó ser algo realmente incomible y dejaron el barril abandonado en el almacén. Tiempo después, durante un inventario, encontraron el barril, volvieron a probar el contenido y quedaron más que satisfechos con aquel líquido aromático y apetitoso. Compraron la receta a Lord Sandys y la comercializaron bajo el nombre “Lea & Perrins Worcestershire Sauce” y así ha llegado hasta nuestros días.
Como os dije antes, esta historia tiene parte de cuento o leyenda puesto que, otras fuentes indican que no existió un Lord Sandys que fuera gobernador de Bengala, incluso que estuviera en la India. Sí se habla de un Lord Arthur Moyses William Sandys, del condado de Ombersley, Worcestershire, el cual hizo llegar la receta a Lea & Perrins.
Sea como fuere, es un condimento que realza el sabor de los alimentos y que permite mucho juego a la hora de preparar macerados, tanto de carne como pollo, enriqueciendo en gran medida el sabor de los mismos.
Ingredientes (para 4 comensales):
- 24 alitas de pollo.
- 3 cucharadas de salsa Worcestershire.
- 2 cucharadas de miel.
- 1 cucharada de aceite de girasol.
- 1 cucharada de aceite de oliva.
- 8 cucharadas de salsa de soja.
- 1 cucharadita de semillas de sésamo.
- Sal y pimienta negra recién molida.