¿A que algunas veces os habéis encontrado en la tesitura de tirar ese trozo de Roscón que ha sobrado? ¿Compráis bollos para los desayunos y algunos se quedan algo duros y ya no os gustan? Pues no se os ocurra tirarlos. Aquí no se tira nada. A partir de ahora cuando esto ocurra los conservamos en una bolsa de plástico y el fin de semana preparamos un pudding como el que hice yo con los restos de uno de los roscones que preparé esta Navidad. Podéis prepararlo con cualquier bollo, no necesariamente roscón, (suizos, trenzas, donuts, croissants, madalenas, incluso pan).
El resultado es un pudding cremoso, fundente, con la textura diferenciada del bollo que hayamos añadido. A mí siempre me ha gustado pero ya casero es un delirio. Podéis acompañarlo con un poco de nata montada. Delicioso, de verdad.
Ingredientes:
- 250 gr. de Roscón de Reyes (o bollería en general).
- 1 litro de leche.
- 5 huevos.
- 1 limón.
- 1 rama de canela.
- 1 vaina de vainilla (o 1 sobre de azúcar vainillada).
- 4 cucharadas de azúcar.